Hola, mi nombre es Cecilia Otero y soy doctora en Neuropsicología. Me apasiona mi profesión, y nunca he dejado de aprender de ella. 

Tras la licenciatura, el doctorado, dos másteres y decenas de formaciones, he conseguido integrar la rigurosidad de la investigación científica con la practicidad de la aplicación clínica. Esta combinación de conocimientos y destrezas me ha permitido avanzar y perfeccionar mi práctica clínica a lo largo de los años. 

Tengo 15 años de experiencia en neuropsicología clínica. He dedicado mi carrera profesional a las evaluaciones neuropsicológicas, el diseño e implementación de planes de intervención en niños y adultos, la redacción de informes y la coordinación con diferentes profesionales. 

Desde el 2017, combino mi trabajo en clínica con la docencia universitaria. Doy clase en varios másteres y posgrados relacionados con la neuropsicología clínica, la neuropsicología educativa y la psicología general sanitaria. Mi labor docente, en combinación con mis años de experiencia clínica, me han permitido desarrollar la capacidad de síntesis y transmisión de conocimientos de una manera práctica y aplicada.

Además, soy presidenta de la Sociedad Gallega de Neuropsicología, y colaboro con diferentes asociaciones de familias y afectados por diversos trastornos aportando mis servicios de evaluación y diagnóstico. También colaboro en actividades de divulgación dando charlas y conferencias sobre neuropsicología, neurodesarrollo y educación. 

En los últimos años, he intentado hacer fácil lo difícil, para que tanto las personas que acuden a mis conferencias como mis alumnos, salgan con la mejor base posible. 

Pero no cabe duda de que la experiencia es necesaria. Al principio, cuando se carece de ella, nos aborda la inseguridad y la presión por hacerlo lo mejor posible. Dominar un proceso tan complejo que implica proponer un diagnóstico clínico y recomendar intervenciones personalizadas y acertadas, es producto de años de experiencia y formación continua. 

Por ello, me he propuesto acompañar a aquellos profesionales que, o bien por falta de experiencia, o bien por no haber encontrado una formación acorde, no sientan la seguridad necesaria para abordar un proceso de evaluación sin la presión o la incertidumbre de si lo estarán haciendo bien.